¿Qué es la alopecia?

Denominamos alopecia a la pérdida de cabello, tanto la natural, como la provocada por agentes externos, que tiene como consecuencia la calvicie. Más propia del género masculino, en las últimas décadas ha visto aumentar su incidencia en las mujeres.

Por lo general, un cuero cabelludo sano alberga aproximadamente 100.000 cabellos, que se renuevan a diario, a razón de entre 35 y 100 pelos al día (10.000 – 15.000 cabellos anuales). Esta cifra de caída puede variar en función del estrés y de la estación del año. Cuando la proporción es superior, y se incrementa de forma mantenida hasta 250 cabellos diarios, hablamos de alopecia, o caída de pelo masiva.

TIPOS DE ALOPECIA

Existen más de 100 tipos de alopecia diferenciados, que clasificamos según su etiología (causa que la provoca) y sus manifestaciones concretas. Las más habituales son:

  • Alopecia difusa.
  • Alopecia androgenética.
  • Alopecia areata y alopecia universal.
  • Alopecia traumática.
  • Alopecia cicatricial.
  • Alopecia fibrosante.

Alopecia difusa

Es una alopecia caracterizada por una pérdida de densidad capilar, progresiva, y generalizada o en una zona particular del cuero cabelludo, sin ocasionar una calvicie completa, que afecta tanto a mujeres como a hombres. El cabello se vuelve lacio, seco y con aspecto desvitalizado, y va cayendo, dando una sensación global de escasez.

Es consecuencia de diversas causas como:

  • Trastornos endocrinos (hormonales), como hipertiroidismo e hipotiroidismo.
  • Secundaria a ciertos medicamentos, como la quimioterapia, anticoagulantes, anticonceptivos orales y algunos fármacos psiquiátricos.
  • Alimentación deficitaria, como estados carenciales de hierro, ferritina y cinc, exceso de vitamina A.
  • Enfermedades como la anorexia nerviosa e incluso en situaciones de mucho estrés.

Se puede prevenir y curar, tratando la causa que la ha ocasionado. Para evitarla, se debe mantener una dieta equilibrada, que dote al cabello de todos los nutrientes necesarios para su desarrollo.

Generalmente, una vez se solucionan las causas que la han originado, suele remitir antes de seis meses.

Alopecia androgenética

Es la forma más común de calvicie, afecta a un 40% de los hombres entre 18 y 39 años y a un 95% de mayores de 70 años, y al 15% de las mujeres antes de los 40, y casi el 40% a partir de la menopausia.

Está relacionada con una alteración en las hormonas masculinas (andrógenos), marcada por una predisposición genética, que va atrofiando folículos pilosos, hasta hacerlos desaparecer. Pero con el tratamiento adecuado se consigue frenar su evolución.

La alopecia androgenética masculina suele iniciarse en la adolescencia, con un despoblamiento en las sienes, que avanza hacia la parte frontal de la cabeza, ocasionando las “entradas”. Si evoluciona, continúa con la caída del pelo en la coronilla, entre los 30 y los 40 años.

En las mujeres, sin embargo, se manifiesta como la pérdida de densidad y aparición de zonas clareadas, en la parte superior de la cabeza.

Alopecia areata

Es una enfermedad autoinmune, en la que el folículo piloso es atacado por los anticuerpos propios. Se caracteriza por la pérdida de pelo en forma de parches circulares del tamaño de una moneda grande, en una o varias zonas del cuero cabelludo u otras zonas del cuerpo, como barba, cejas, brazos o/y piernas.

Afecta por igual a niños y adultos, muchas veces tras el desencadenamiento de una situación estresante.

Su pronóstico es impredecible: puede llegar a ocasionar calvicie absoluta, aunque en el 80% de los casos el cabello vuelve a salir al cabo de un año, aproximadamente, si se siguen los tratamientos adecuados.

Alopecia (areata) universal

Es la variante de la alopecia areata que culmina con la pérdida total del pelo.

Alopecia traumática

Causada por traumatismos físicos, son alopecias por tracción, consecuencia de:

  • Tensión prolongada o repetida, frecuente en etnias africanas, por el tipo de peinado y en mujeres que someten al cabello a recogidos muy tirantes, como trenzas o moños.
  • Tricotilomanía (enfermedad psiquiátrica en la que el paciente se arranca compulsivamente el propio pelo).

Alopecia cicatricial o cicatrizal

Es la alopecia provocada por la malformación, daño o destrucción del folículo piloso (las “cavidades” en las que crece y se desarrolla cada cabello), la “foliculitis”. Cuando es por destrucción, es un proceso irreversible.

Resulta como consecuencia de infecciones bacterianas, (como la tuberculosis y la sífilis) infecciones por hongos (tiña), infecciones víricas (varicela, herpes zóster), e infecciones zooparasitarias (picadura de Botón de Oriente: leishmaniosis). También como secuela de procesos tumorales, o procesos químicos (quemaduras y radioterapia).

Suele presentarse acompañada de sensación de quemazón y dolor en la zona que pierde pelo. En ese momento deberá tratarse para evitar que avance, con antiinflamatorios, corticosteroides o antibióticos, según cual sea la causa que la ha originado.

Alopecia (frontal) fibrosante

Es la pérdida gradual de pelo en la zona frontal de la cabeza, cejas y axilas. Se caracteriza por una retracción del nacimiento del cabello en la frente.

Es poco habitual en hombres; suele afectar a mujeres menopáusicas a partir de los 50 años.

Está considerada como una “enfermedad rara”.

TRATAMIENTOS PARA LA ALOPECIA CON MEDICINA ESTÉTICA

MESOTERAPIA, (depósito de principios activos directamente en el interior de la piel, a nivel de la dermis) con distintas formulaciones, según la necesidad (complejos vitamínicos, oligoelementos, péptidos, fármacos como minoxidil, finasteride y dutasteride…) Al inyectarlos directamente en la zona, mejora su absorción y se evitan sus posibles efectos secundarios.

PRP, mesoterapia con factores de crecimiento plaquetarios procedentes de la concentración del plasma sanguíneo del propio paciente.

CARBOXITERAPIA por infiltraciones intradérmicas subcutáneas de CO2 (dióxido de carbono), estimulantes de la oxigenación del cuero cabelludo, que favorece la regeneración capilar al mejorar el intercambio de nutrientes.

OZONOTERAPIA en el cuero cabelludo, que suma a la mejora de la vascularización, las propiedades bactericidas y fungicidas de la molécula de O3 .En